El sábado pasado, el Club Alfa Romeo volvió a encontrarse para despedir el año como mejor sabe hacerlo: entre amigos, motores, historias compartidas y esa pasión tan particular que nos une bajo el emblema del Biscione.
La fiesta de fin de año reunió a alrededor de 40 socios, muchos de ellos acompañados por sus parejas y amigos, en un clima distendido, cercano y profundamente alfista.
Nuestra gala fue pensada como un espacio de celebración y reconocimiento. A lo largo del año, el club se sostuvo gracias al compromiso, la participación y el entusiasmo de sus socios, y esta fue la ocasión ideal para destacarlo. Durante la velada se entregaron premios y reconocimientos a quienes colaboraron activamente en la organización de eventos, a los que dijeron presente en cada encuentro y a aquellos que dejaron su huella con logros y aportes que fortalecen la vida del club. Cada aplauso fue también un agradecimiento colectivo.
Como no podía ser de otra manera, los autos tuvieron un rol protagónico. El estacionamiento fue una verdadera postal alfista: desde clásicos entrañables como la 2600 Sprint de los 60s y la Giulia de los años ‘70, pasando por youngtimers muy queridos como el 159 y el 145 QV, hasta modelos más contemporáneos, donde se destacaron diversas versiones del MiTo. Un recorrido visual que reflejó la diversidad de generaciones y estilos que conviven bajo la misma pasión por Alfa Romeo.
Hacia el cierre, la noche sumó un toque lúdico y descontracturado con karaoke, risas y canciones compartidas, confirmando que el club es mucho más que autos: es comunidad, amistad y disfrute. Así despedimos el año, celebrando lo vivido y ya con la mirada puesta en todo lo que vendrá. Porque si algo nos define, es seguir encontrándonos alrededor de esta pasión que no entiende de épocas, solo de emociones.
Para cerrar, un mensaje para el 2026 del Sr. Vicepresidente Alfredo «Fredy» Yantorno:
«Cerramos la página del 2025 y abrimos la del 2026, totalmente nueva y vacía para llenar con los buenos momentos que vendrán.
¡Levantemos nuestras copas y brindemos por ello!»














Por Maximiliano Duva