Michelotti, Giugiaro, Pininfarina, Cressoni, Ramaciotti, Da Silva, Diaz… firmas de peso que podrían encontrarse en cualquier galería o museo de arte del mundo y que por el contrario se pasean por el más mundano de los asfaltos citadinos para el deleite de los entendidos y los no tanto.
Sabemos, un auto no es arte… pero si es indudablemente una expresión del ingenio humano y su sensibilidad. Por eso el Raduno Italiano no es sólo un evento de autos, sino una oportunidad para conmoverse con el empalme perfecto de dos superficies, para enamorarse del juego de dos lineas a lo largo de 3 metros y poco más de chapa estampada, para empaparse de cultura, de diseño y de arte (si, arte).
Desde la mañana bien temprano los caídos de la cama de siempre estaban allí al pie de la imponente Catedral de San Isidro enfrentando estoicamente las ultimas gotas de la tormenta que no nos dejó pegar un ojo y que nos recordaba las peripecias a las que fuimos forzados en aquella memorable edición nautica del Raduno Italiano… un día en que la Barchetta podía hacer honor a su nombre.
Los más furbos decidieron tomar calles internas apra evitar las autopistas y su odioso spray, los previsores llevaron paraguas y los profesionales llevaron balde y microfibras… cualquier cosa para evitar que se opacara esta gran fiesta!
Como en cada edición la primera parte consta de un desayuno para los asistentes que sirve de excusa para organizarnos y permitir a los paseantes gozar embelesados de la belleza de cada una de las maquinas que van llegando al parque cerrado.
Los fotógrafos profesionales argumentan que los días nublados son los mejores para tomar fotografías al aire libre ya que la luz solar se torna difusa y transforma lo que seria un contaste duro y seco en un suave y sutil juego de luces y sombras. No es de extrañar que entonces nuestro instagram se llenara de incontables imágenes exquisitas de este día.
Al promediar el mediodía los motores se encendieron y el sol se hizo lugar entre las nubes para admirar toda esa belleza italiana y acompañar a los casi 75 vehículos participantes en el trayecto hacia San Ceferino. Y ahora si, relajarse y dar rienda suelta a las charlas de… de autos, si.
Los que no iban a relajarse fueron los miembros del jurado. Marcelo Beruto, un entendido en la materia y socio histórico del Club. Rafael Varela, excelso artista y diseñador de talla mundial y orgullo argentino; y Hugo Semperena director de la revista Ruedas Clásicas que acompaña cada edición del Raduno Italiano desde hace ya varios años. Mientras los asistentes le daban a la lengua y a las empanadas sin piedad, a nuestros invitados les tocó caminar, debatir, investigar y ponerse de acuerdo para seleccionar las mejores 10 unidades del día y el ansiado Best Of Show!
Cabe destacar que, en relación a otros años, la modalidad de selección fue modificada escuchando ideas y opiniones, y aprendiendo de cada experiencia. Por ello al jurado le fue encomendado seleccionar los 10 mejores exponentes de la jornada pero sin establecer ningún tipo de orden jerárquico, o criterio cronológico, y a su vez la entrega de los respectivos premios se realizaría de manera totalmente aleatoria. A excepción, claro está, del puesto numero #1 que sería otorgado, ahora si, al mejor de todos, porque segundo… segundo está Francia.
El distintivo y exclusivo salón cerrado (y con aire acondicionado!) no permitía anunciar con fuegos de artificio a los ganadores, pero eso no impidió que MV Agusta flanqueara el escenario con dos autenticos petardos sobre ruedas haciendo sentir su estruendo hasta el último rincón… una debilidad para los amantes de las dos y cuatro ruedas… y cualquier objeto cilndrico pasible de ser impulsado en linea recta.
Ahora si, señores, todo estaba dispuesto para que sin más preámbulos se anunciara la decisión del jurado. Los 10 mejores del día son:
Lancia Beta HPE, 1971
Maserati Ghibli, 1967
Fiat Coupe 16v, 1997
ASA 1000GT, 1964
Alfa Romeo S.Z., 1993
Lancia Fulvia Coupe Rallie 1.3, 1967
Alfa Romeo Giulia GT Junior, 1972
Alfa Romeo 166 Super 3.0 V6 24v, 1999
Lancia Zagato, 1979
Best Of Show: Alfa Romeo 4C Launch Edition #007, 2014
Cada uno de los orgullosos dueños se hizo con una de las exclusivas creaciones metálicas hechas a mano por el artista Mario Tagliavini que rememoraban las siluetas escultóricas de históricas maquinas italianas poniéndonos otra vez sobre la mesa el auto como expresión artistica.
¿Puede un auto ser arte? La respuesta es indudablemente no. ¿Pero puede haber arte en un auto? Cuando se trata de un auto italiano… la respuesta suele ser si.
Nos vemos en el próximo Raduno Italiano!